Este 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Hacia las Mujeres, fecha en la que se sigue luchando con mucha esperanza para terminar con los abusos, sacando la voz para reivindicar y proteger a las víctimas.
A diario las mujeres viven diversas formas de violencia de parte de sus parejas o de su entorno que van desde el control hasta la agresión física. Estos actos demuestran que los abusos de poder y sexismo de privilegios siguen insertos en nuestra cultura.
“La violencia de género es como un iceberg, es un fenómeno con partes visibles e invisibles”, así lo explica Erika López Guerrero, psicóloga feminista con especialidad en sexualidad. La profesional sostiene que “en la cúspide (lo explícito) se encuentra la violencia sexual, física, psicológica, económica; mientras que en la parte invisible están los micromachismos, los chistes sexistas, la educación sexista entre otros ejemplos de formas de vulneración hacia las mujeres”.
Asimismo, la coordinadora regional del colectivo social La Rebelión del Cuerpo indicó que “hay que apuntar a una educación no sexista y libre de estereotipos de género, que son opiniones o prejuicios generalizado acerca de características o funciones sociales que hombres y mujeres deberían poseer o desempeñar”. En este sentido, la profesional enfatiza en que «normalizar la violencia simbólica es perpetuar la violencia de género».
Cuando el miedo al agresor te paraliza
La violencia ejercida en contra de las mujeres es una conducta sistemática y las cifras que existen sobre denuncias de violencia y abuso son, muy probablemente, mayores a las que conocemos. En Chile, la víctima de violencia de género tarda hasta siete años en denunciar a su agresor, según estadísticas del Ministerio de la Mujer.
“Lo principal es que las mujeres no nos sentimos protegidas, creemos que no hay justicia en favor de nosotras. De alguna manera, no hay una confianza frente a las instituciones para poder denunciar porque también le tenemos miedo a los agresores”, afirma Erika López.
El sistema judicial no reconoce lo difícil que es dar ese paso y la obliga a peregrinar entre instituciones y funcionarios que a veces actúan con indolencia. De acuerdo a la encuesta impulsada por la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, un 81% de las víctimas que denuncia violencia machista afirma haber tenido una mala experiencia, sufriendo burlas, cuestionamientos y negligencia.
Ante esto, la psicóloga feminista expresa que “es muy importante que las mujeres podamos denunciar, pero también es fundamental que las instituciones se hagan cargo de esta situación y brinden protección”. Además, la activista menciona que “vemos muchos femicidios donde habían denunciar previas, órdenes de alejamiento porque no hay un órgano fiscalizador que esté pendiente de que esto se cumpla”.
La pandemia del machismo
Según las cifras del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, hasta el 20 de noviembre se reportaban en el país 35 femicidios consumados y 128 crímenes frustrados. En tanto, desde la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, a la misma fecha se denunciaban 45 femicidios, 3 suicidios femicidas, y seis homicidios vinculados a violencia femicida, entre los que hay un crimen contra una persona trans y asesinatos de niños y niñas.
En este sentido, López asegura que “las instituciones y el gobierno deben tener claro que es una perspectiva de género y que esto se pueda implementar en las políticas públicas (…) al no tener una mirada feminista no se puede ver los tipos y expresiones de violencia. El cambio es como sociedad apuntando hacia la educación”.