Es prácticamente imposible encontrar a una persona que no disfrute y vibre con la música. Sin importar su género, sus melodías y letras son capaces de cambiar nuestro estado de ánimo reduciendo la tristeza, el estrés y haciéndonos sentir mejor.

Cada 22 de noviembre, la música y quienes la hacen tienen su propia celebración llamada el ‘Día del Músico’ y está asociado a Santa Cecilia, la patrona de los músicos, quien fue acusada de convertir gente al cristianismo en una época en que eran perseguidos por los romanos. Finalmente fue degollada.

Esta mártir cristiana fue retratada en el siglo XV por los artistas de la época, siempre tocando el arpa u otros instrumentos musicales. Por ello se le ha vinculado tanto al arte de la música.

Por otro lado, según dicen los antiguos escritos, la joven cantó internamente a Dios mientras los músicos de su boda interpretaban canciones paganas. Asimismo, hay textos que sostienen que a pesar del sufrimiento, Cecilia cantó alabanzas a Dios mientras era condenada a muerte.

Finalmente, en 1594, el Papa Gregorio XIII nombró a Cecilia como patrona de todos los músicos y los homenajes se expandieron por todo el mundo.