Producto de la crisis sanitaria se han adoptado nuevas medidas contra la propagación del virus, como lo es el uso de mascarilla. El símbolo de esta nueva normalidad se ha convertido en un elemento indispensable, sin embargo, nuestra piel ha demostrado una de las primeras características por su uso frecuente.

El llamado “acné por fricción” es el resultado del constante roce del tejido contra la piel, siendo este muy común en deportistas. Por el uso de mascarillas este acné surgiría por las nuevas condiciones del ambiente de la piel, es decir, por el poco flujo de aire, la oscuridad, la temperatura y la humedad que se genera al respirar y botar constantemente el mismo aire, produciendo así un contexto propicio para el cultivo de bacterias. Además, nuestra piel cuenta con una flora bacteriana que es propia y característica de cada uno y dichas bacterias al tener esta alteración en el medio donde viven se produce una mayor reproducción y proliferación de estas generando así el acné.

Por otra parte, el uso de diferentes mascarillas y tapabocas es un factor que no hay que dejar de lado para evitar la acumulación de comedones. Según Carolina Slater, enfermera del Centro Dermatológico Valdés, “siempre es preferible usar una mascarilla que sea un poco más ligera, pero es importante diferenciarlas con el tapabocas, pues estos últimos pueden ser de distintas telas, siempre hay que preferir uno que sea de fibra natural como el algodón o el bambú. Ahora, entre más ligera sea la mascarilla también es menos lo que filtra” y agregó que “cuando uno va a un lugar muy concurrido, ojalá usar una que te proteja más que un tapaboca. Por otro lado, si vas a hacer un trámite, vas a un doctor o a una clínica, lugares donde sabes que te vas a exponer a mucha gente es casi inevitable usar una mascarilla que te proteja adecuadamente”.

Sin embargo, el personal de la salud debe necesariamente ocupar una mascarilla que filtre el 99% de las partículas como es el caso de la KN95, o usar respiradores Full Face, las cuales no dejan oxigenar la piel. Es por esto, que dentro de las recomendaciones para quienes van a estar sometidos a un frecuente uso de mascarillas está la correcta limpieza facial con un producto adecuado para tu tipo de piel, limpiando mañana y noche, hidratarla con una crema ligera con alguna sustancia que retenga el agua en la piel como el ácido hialurónico, y evitar aquellas que tengan mucho aceite o sean muy grasas.

Por último, dentro de las recomendaciones generales que entregó la profesional para #EsHoy, está el lavado manos antes de manipular la piel y la mascarilla, cambiar frecuentemente la mascarilla y fijarse en aquellas que no son reutilizables, lavar bien los tapabocas y si es posible con un detergente hipoalergénico, y por último descansar lo más posible del uso de mascarilla en situaciones que no lo ameriten como al estar en casa.