Este 2020, el consumo de carne per cápita ha tenido su mayor caída en 9 años, esta baja del 3% desde el año pasado, representa la reducción más grande al menos desde el 2000, según información proporcionada por la FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations).

La agencia de las Naciones Unidas reporta que la combinación de las dificultades económicas relacionadas al Covid-19, las complicaciones logísticas como restricciones de transporte, y una radical disminución en la demanda del sector de restaurantes ha llevado a esta caída en la demanda global. Otro factor clave son los cortes en la industria de envasado de carnes, que se ha convertido rápidamente en uno de los puntos con más casos de contagios del virus en varios países del mundo. Casos de fiebre porcina africana en Asia también contribuyeron a esta disminución, lo que llevó al sacrificio de un cuarto de los cerdos del mundo.

Cabe señalar que el 75% de los patógenos que surgieron en la última década se originó en animales y en represas, la irrigación y las granjas industriales están relacionadas con un 25% de enfermedades infecciosas en humanos, según señala las Naciones Unidas.

Asimismo, la entidad resalta el vínculo entre los virus y el consumo de carne, ya que animales como vacas, cerdos, y pollos pueden ayudar a propagar enfermedades porque son comúnmente criados en “condiciones menos que ideales”, lo que los hace también más vulnerables a infecciones que las poblaciones genéticamente diversas.

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