Una buena forma de hacer frente a estos temas es mantener en lo posible rutinas de sueño y reforzar los vínculos afectivos.
Desde que se dio a conocer en Chile el primer caso de Covid-19, el país comenzó a vivir varios procesos de cambios en los hábitos diarios: se restringió el contacto social, cerraron oficinas para optar por el teletrabajo, la alimentación se trasladó al hogar y se potenció el aislamiento familiar.
Para Sebastián Prieto, jefe del Departamento de Salud Mental en el Servicio de Salud Coquimbo, estas nuevas conductas afectaron la salud mental de la comunidad de distintas formas. En algunos casos se relacionó más con la convivencia al interior del grupo familiar, y en otros fue producto de la incertidumbre frente al contagio del virus.
“Los principales elementos que impactan la salud mental de la población pueden catalogarse en dos: los relacionados a la cuarentena propiamente tal, como el duelo de familiares cercanos, el miedo a la infección por Covid-19 o ser funcionario de salud y enfrentar de cerca esta pandemia. Y por otro lado están las consecuencias del confinamiento, como los inconvenientes económicos por despidos laborales y otros aspectos que se acrecientan con la situación actual, como las condiciones de vida de las poblaciones más vulnerables”, señala.
Aspectos clave para mantener la salud mental
A su juicio, una buena forma de hacer frente a estos factores es respetar lo más posible las rutinas saludables habituales, y en el caso de quienes no las han tenido previamente, comenzar a adoptarlas. En este sentido, algunos factores claves para mantener la salud en general, y la salud mental en particular, son los relacionados con: el sueño, el ejercicio, el ambiente y los vínculos afectivos.
“Si se trata del sueño, lo mejor es respetar siempre la habitación como un lugar solo de descanso y cuyo objetivo es dormir, evitando realizar otras actividades en este espacio. Por otro lado, el ejercicio es algo clave, lo ideal es mantener una actividad física de al menos 30 minutos al día y optar por el horario diurno para su práctica. En cuanto a la mantención de un ambiente saludable, lo más recomendable es que las personas confinadas en un espacio restringido acuerden normas de comportamiento en forma dialogante y con revisiones permanentes. Es clave, en especial, el respeto de los espacios y momentos de intimidad, así como aquellos compartidos”, expresó.
Además, añade que las relaciones humanas son las que constituyen nuestra personalidad e identidad, y por esta vía, nuestra salud mental, por lo que el confinamiento nos obliga a vincularnos de forma muy estrecha con nuestras familias o con quienes convivimos, reforzando la necesidad de resolver y enfrentar conflictos habitualmente evadidos. “El mantener bajos niveles de crítica y potenciar la paciencia y tolerancia, son algunos de los elementos claves para reforzar y sostener los vínculos que nos unen”, recomienda el jefe del Departamento de Salud Mental.
Estrategia del Servicio de Salud Coquimbo
Entendiendo la importancia del cuidado de la Salud Mental, el Servicio de Salud Coquimbo ha continuado con la atención de pacientes de forma ininterrumpida, desde el inicio de la emergencia sanitaria, y más aún durante la cuarentena. Sebastián Prieto explica que se adoptó una estrategia en toda la red primaria y secundaria, realizando seguimiento telefónico estrecho preventivo. “A los usuarios de mayor complejidad se les asignó un gestor terapéutico, cuya responsabilidad profesional recae en mantener el vínculo con el paciente y adecuar su plan de cuidados de acuerdo al contexto actual de pandemia. Todo lo anterior, va acompañado de una Estrategia Asertiva Comunitaria, llevada adelante por el Servicio de Salud, cuyo objetivo es mantener a los pacientes con problemas psiquiátricos fuera de los establecimientos hospitalarios. Esto considera que los equipos médicos se vinculen directamente con los pacientes mediante vía telefónica, telemedicina e incluso visita domiciliaria, manteniendo así un control frecuente de su situación”, explica.
La clave fundamental es el compromiso de la propia comunidad respecto a los cuidados en este periodo, en especial con aquellos que se encuentran en condiciones de mayor vulnerabilidad. “Aquí cobran especial relevancia estrategias como la plataforma SaludableMente, un sitio web con consejos de autocuidado, teléfonos y chats de asistencia psicológica inmediata para acompañar, acoger y orientar a quienes necesiten apoyo durante estos días. Otra excelente opción de apoyo para quienes solo tienen acceso telefónico es Salud Responde y Línea Esperanza, un espacio donde trabajadores comunitarios entregan apoyo a todo aquel que lo necesite” informa.
Es importante destacar que el número de Salud Responde, 600 360 7777, cuenta con profesionales de la salud las 24 horas, los 7 días de la semana, que pueden responder cualquier duda o inquietud. Además, los trabajadores comunitarios de Línea Esperanza cuentan con un call center que está disponible de lunes a viernes entre las 12:00 y las 20:00 hrs. Los números de atención, dependiendo el día de consulta, son los siguientes:
Lunes (+56) 9 7514 5968
Martes (+56) 9 5728 0756
Miércoles (+56) 4278 3520
Jueves (+56) 4239 6925
Viernes (+56) 9 7907 8120