siguenos

Laura Bassi, la primera profesora de física en una universidad

Facebook
Twitter

Laura Bassi, la primera profesora de física en una universidad

Fue la científica más famosa del siglo XVIII, admirada internacionalmente y apoyada por un padre que creía firmemente en ella y en que el talento de las mujeres merecía reconocimiento. Laura Bassi se graduó en Filosofía a los 21 años, y se convirtió en miembro de la Academia de Ciencias de Bolonia.

Sin embargo, el hecho de ser mujer la obligó a enfrentar una serie de dificultades, por ejemplo, solo podía dictar conferencias con el permiso del Senado. Al no poder enseñar en la universidad inauguró un laboratorio privado en su casa, en el que recibió a científicos de toda Europa.

Bassi sobresalió por su conocimiento y manejo de la física newtoniana y dictó cursos basados en los Principia de Newton, lo que la llevó a ser una figura clave en la difusión de la nueva física en Italia.

La científica se casó con Giovanni Veratti, médico y profesor universitario, de ahí en adelante él le concedía permiso para impartir conferencias y desarrollar su profesión.

Posteriormente, cuando falleció el titular de la Cátedra de Física Experimental del Instituto de Ciencia, siendo el esposo de Laura su colaborador y a quien le hubiera correspondido reemplazarlo, el Senado designó a ella como titular y a su esposo como asistente. Fue así la primera mujer en ser nombrada para una cátedra en Europa. Más tarde obtuvo el cargo de Presidenta del Instituto.

Finalmente, la Signora Dottoressa Laura Bassi, la científica más famosa del siglo, murió. En las décadas posteriores a su muerte, las universidades italianas, particularmente la de Bolonia, se «modernizaron» y les cerraron las puertas a las mujeres.

A pesar de haber publicado decenas de investigaciones, en su mayoría sobre la física de Newton, sus contribuciones han sido ampliamente ignoradas y no se conocen referencias a su trabajos en las obras de científicos posteriores ni figura en las historias oficiales de la ciencia. Es el mismo menosprecio que han debido pagar muchas mujeres en la historia de la ciencia.

Compartir:

Relacionados: