La iniciativa nació en Sidney, en el año 2007, como gesto simbólico para llamar la atención sobre el problema del cambio climático.
El próximo 28 de marzo el mundo apagará las luces de hogares, negocios, edificios y monumentos durante una hora para reiterar el llamado a actuar en forma urgente a favor de la naturaleza y las personas.
En Chile, el evento principal se desarrollará en el Planetario de Santiago, con una jornada de divulgación científica y una observación astronómica durante el apagado de luces por la Hora del Planeta.
En la edición de este año también tendrán un fuerte énfasis en la conservación de la naturaleza, considerando que junto con estar al borde de un calentamiento global fuera de control, la Tierra experimenta una pérdida de biodiversidad alarmante y sin precedentes que amenaza con la extinción de hasta un millón de especies.