Durante el casi un mes de movilizaciones, se han viralizado variados registros de los millones de chilenos en las calles interpretando esta canción emblemática de la historia del cancionero popular, «El baile de los que sobran».
Por: Francisco Valdivia Castillo | @panchovaldiviac
En medio de las manifestaciones sociales que se viven en Chile desde el 18 de octubre del 2019, en distintas ciudades del país ha sonado “El baile de los que sobran” de Los Prisioneros, canción que aparece en el álbum “Pateando Piedras” (1986) y que ha acompañado a distintas generaciones, quienes la entonan convencidos de que se expresan de la mejor manera en contra de la desigualdad social.
Sin embargo, más allá del contenido de cada verso, son muchos los que se preguntan ¿de dónde o de qué perro sacaron esos ladridos? Una interrogante que cuenta con variadas versiones.
En los 80, Jorge González aseguraba en las entrevistas con los medios que el “perro” que se escucha al principio de la canción era “Néstor”, la mascota de su madre. Según el músico, el can era de raza indefinida “tenía buen carácter y no era muy talentoso, pero podía aprender un par de notas”.
Sin embargo, Claudio Narea explicó que “era un sonido grabado en el teclado el que simulaba los ladridos”, aunque aclaró que “el perro era real, alguien lo grabó alguna vez, pero se introdujo en el sintetizador”.
Respecto al impacto de Pateando Piedras en la sociedad chilena, Jorge González recordó en una autoentrevista realizada en 2014 “es un disco fuerte y es un disco muy diferente a todo lo que se hacía en esa época. Esa es una de las cosas que más impactó”.
En el libro en “Corazones Rojos”, biografía no autorizada de Los Prisioneros, escrito por de Freddy Stock, se indica que “’El baile de los que sobran’ es el primer éxito radial del trío, y con el cual pasaron de tocar frente a audiencias de doscientas personas a estadios de diez mil”.