En Chile existen más de 46 mil perfiles en Instagram de influencers, siendo la red social troncal en Influencer Marketing seguido de YouTube. En nuestro país las cuentas con mayor número de seguidores fluctúan entre los 2 millones y los 11 millones de seguidores. Hasta ahora, el SII está enfocado en 69 cuentas que tienen más de 100 mil seguidores
El uso de influencers en el marketing digital y en la publicidad es cada vez más frecuente. Los consumidores han adquirido nuevos hábitos de consumo, acceso a multitud de información y, por lo tanto, sus referentes son otros.
Los “influencers” se pueden dividir en dos categorías. Por un lado están los personajes famosos, conocidos principalmente por su trabajo en televisión y también están los microinfluencers, aquellas personas que tienen una cierta cantidad de seguidores, ganados solo por la interacción que tienen habitualmente en Redes, principalmente en Instagram.
Respecto a los pagos, están aquellos realizados en dinero y los que complican hoy mucho más a los entes recaudadores de impuestos: El llamado canje, es decir, se realiza el servicio, a cambio de recibir un producto o servicio que ofrece la empresa.
Todo este nuevo mundo y nueva forma de hacer negocios, ha puesto en alerta al Servicio de Impuestos Internos, quienes en julio pasado iniciaron un plan piloto que, en una primera etapa, está destinado a estudiar cómo opera el negocio de las nuevas tendencias de la economía digital, enfocándose principalmente en 69 influencers nacionales, que cuentan con más de 100 mil seguidores en las redes sociales y que hacen publicidad a marcas.
“Las personas que reciben dinero por estos conceptos y, al ser de carácter esporádico con cada institución, al menos deben emitir una boleta de honorarios por los servicios realizados. Y la empresa que recibe el servicio debe retener el respectivo 10% de dicha boleta”, explica Manuel Concha, CEO de Kame ERP.
El experto señaló que, en el caso de que los servicios sean pagados por “canje” con algún producto de la empresa que solicita el servicio, por este producto se debe emitir una boleta o factura por el valor de costo y por consiguiente, pagar el respectivo IVA asociado a su venta. “De esta forma se “netea” el IVA crédito aprovechado por la empresa que adquirió el producto para comercializarlo”.
Las claves de este nuevo proceso son:
– En caso de emitir boletas de honorarios por los servicios prestados, el servicio de impuestos internos (SII) cuenta automáticamente con la información de los ingresos en las declaraciones de renta de los influencers.
– Se trata de una transacción no simple de fiscalizar y relativamente nueva Chile.
– Cabe señalar que la regulación siempre va un paso atrás de los nuevos servicios que van apareciendo.
Desde Kame ERP expresaron «para que este nuevo proceso sea exitoso, es de mucha utilidad que las empresas cuenten con un software de gestión, que les permitirá tener una idea clara de lo que están invirtiendo por concepto de influenciadores, proyectar lo que pueden invertir en este nuevo servicio y tener además en orden el pago de impuestos, que será cada vez más verificado por el Servicio de Impuestos Internos».
¿Cuál es la situación de otros países?
Inglaterra y Estados Unidos son los mercados que más han avanzado en la regulación del Influencer Marketing, según una investigación PanLatam sobre las buenas prácticas y regulaciones existentes.
En Inglaterra se considera pago toda invitación a eventos, envío de regalos por realización de contenido, entrega de dinero, entrega de descuentos, entre otros.
Mientras que en Estados Unidos, La Federal Trade Commission es la entidad que regula el Influencer Marketing. En este país «se debe dejar establecido que en toda publicación ‘patrocinada’ de un influenciador, se deben emplear mecanismos que dejan claro al consumidor que la publicación no surge de la voluntad y opinión independiente del influenciador, sino que responde a una relación contractual entre éste y la empresa”, expresa un artículo de América Economía.
En América Latina, esta «nuevo forma de hacer publicidad» está regulado en Brasil, en este país los influencers son responsables de pagar sus respectivos impuestos, de acuerdo con el tipo de empresa que poseen, pero todos aquellos que emiten notas con el desglose del servicio para una campaña determinada pagan impuestos».
Los impuestos en Brasil varían según la marca en la que trabaja el influencer, los que comienzan alrededor del 7% y pueden llegar al 20% sobre el monto cerrado para la campaña.