El principal enemigo de los trastornos de ansiedad es la ajetreada vida actual. Y es que el estrés, las preocupaciones, las exigencias del estudio o del trabajo e incluso el aburrimiento, a veces te pueden llevar a atacar el refrigerador indiscriminadamente. Sin embargo, hay formas de prevenirlo y también de combatirlo.
La dietista – nutricionista, Camila Alarcón Rojas, indicó que “hay que tener en cuenta que más que controlar la ansiedad, se debe prevenir” y explicó que “las personas tienden a solucionar sus problemas a través de la comida, dado que, al comer rápido y en exceso, experimentan un efecto tranquilizador momentáneo”.
Con el objetivo de controlar la ansiedad y además conseguir resultados durante la realización de una dieta, Alarcón nos entregó una serie de consejos:
1. Proteínas: si las consumes al desayuno, el organismo se sentirá más satisfecho durante el día, lo que evitará que comas fuera de horario. Puedes encontrarla en huevos, lácteos, y más. Asimismo, ayudará al aumento o mantenimiento de la musculatura y metabolismo.
2. Líquidos: el consumo de 2 litros de agua diarios ayuda a hidratarse, eliminar toxinas y tener mayor sensación de saciedad. Si tomas uno o dos vasos antes de comer, tendrás menos hambre. También puedes consumir infusiones de hierbas relajantes.
3. Alimentos ricos en fibra: Hacen que la persona se sienta más saciado y, por tanto, con menos hambre y ansiedad.
4. Importancia del Triptófano: este ayuda a regular los niveles de serotonina y también otorga un efecto tranquilizante. Se puede encontrar en las proteínas animales como carnes, pescados y huevos, asimismo en lácteos, plátanos, piñas y frutos secos.
5. Consumo de Magnesio: Actúa como tranquilizante natural actúa positivamente sobre la transmisión nerviosa. Puedes encontrarlo en las nueces (4-5 al día), legumbres, alimentos integrales y vegetales de hoja verde.
Finalmente, la dietista – nutricionista, Camila Alarcón, manifestó que todo lo anterior se debe complementar con la actividad física regularmente, aprender a respirar y comer sin prisa, relajado, con buena postura al estar sentado en la mesa y masticar bien.