Por Manuel Carvajal C
Ing Civil en Informática, fundador de IV Security y miembro de Fundación Whilolab
La gran mayoría de las personas les encanta navegar por internet e incluso, pueden estar en línea durante varias horas. A veces, se desvelan revisando sus redes sociales, compartiendo “memes”, viendo el último video viral, haciendo compras en la web, entre otras acciones.
Por otro lado, en el último tiempo cerca de 13 bancos se vieron afectados por la masiva filtración de datos de las tarjetas de miles de clientes de las diversas entidades que operan en el país. En este contexto, para los usuarios es imprescindible, para la tranquilidad, mirar los listados de tarjetas de créditos robadas por ciberdelincuentes, para saber si están en esa lista o si algún amigo, pariente fue víctima.
Lamentablemente, no siempre las personas son conscientes de estos peligros y de que cualquiera de nuestros datos personales, o los de los miembros de nuestra familia, pueden caer en manos de un criminal para usarlos de manera fraudulenta.
Pero, ¿Conoces los riesgos del uso del internet? Miremos algunas de ellas:
1.- Ser infectado con malware o virus peligrosos: Si bien, cuando recibes un archivo es posible visualizar su contenido – los elementos de bits y bytes que lo conforman – pueden almacenar en forma oculta código malicioso que ciberdelincuentes y hackers han agregado con el fin de inyectar a tu dispositivo conectado a internet este carácter y poder obtener información tuya, tales como, tus fotos personales, tu libreta de direcciones, información de todos los sitios que visitas, datos médicos, todas tus claves y por sobre todo datos bancarios. Toda esta información puede ser transada por diversos canales ilegales sin que te enteres.
2.- Compartir un archivo con información confidencial de otras personas: Visitar los listados de tarjetas de crédito filtradas por un grupo hacker o fotos intimas de alguna persona, ya sea famosa o no, puede tener implicancias penales. Es tan complejo como si recepcionas o compras un artículo robado. Da lo mismo si lo compartes a través de un sitio web, un programa de mensajería o una red social, y más aún, da lo mismo la cantidad de personas que lo comparten haciéndolo viral, igual eres parte del hecho y puede hacerte cómplice.
Pese a que existen muchos riesgos al momento de navegar por Internet, también hay maneras sencillas de protegerte, que puedes empezar a aplicar inmediatamente:
La comunicación familiar: habla con tu entorno sobre lo que implica que tu información caiga en manos equivocadas.
Descarga de archivos: procura que esta acción se realice desde fuentes confiables y utiliza herramientas seguras para analizarlos.
Utiliza contraseñas seguras, idealmente que sean diferentes para cada servicio.
Uso responsable de redes sociales: Debes medir lo que publicas sobre tu vida personal, no sabes quién podría darle mal uso
Cabe señalar que si eres víctima de algún delito cibernético, puedes acudir a los canales formales para hacer tus denuncias a través de los órganos respectivos, como la Policía de Investigaciones.